Según la firma de estudios de mercado Valuates, el mercado global de casas inteligentes seguirá creciendo a un ritmo del 6,8% durante los próximos cinco años, alcanzando los 102.961 millones de euros en 2027, marcando un alentador crecimiento a nivel mundial.

La tecnología está cambiando el mundo, y nada representa el incesante avance del futuro cómo la tecnología del hogar inteligente, que crece cada día.

¿Qué es una vivienda inteligente?

La definición de una vivienda inteligente (smart home) se resume en una casa equipada con iluminación, calefacción y electrónica que se puede controlar de forma remota mediante un teléfono móvil o un ordenador.

 Una de sus principales características es que está conectado a Internet. Esto quiere decir que no importa qué tan avanzado sea su termostato, timbre o sistema de juegos, realmente no hacen que su hogar sea «inteligente» si no se pueden conectar.

Entre sus beneficios, destacan la posibilidad de proporcionar a los usuarios un mayor nivel de confort, sostenibilidad, ahorro y eficiencia energética, y más control sobre lo que sucede en casa y la seguridad del hogar.

Este tipo de gestión permite a corto plazo poder regular hasta en un 70% el consumo energético, lo que es más valorado en un contexto como el actual, post pandémico y cuando gran parte de la población ha sufrido con las históricas alzas que ha sufrido el precio de la luz.

Beneficios de la domótica

Mayor confort

Una de las características que más atrajo a los usuarios durante la pandemia fue la tranquilidad, que les permite pasar la mayor parte de sus tareas domésticas a los dispositivos tecnológicos y administrarlos desde la comodidad de una pantalla.

Asimismo, la domótica ayuda con otras acciones, como cerrar automáticamente las persianas o poder controlar la temperatura de una habitación por la mañana o cuando llegas tarde a casa.

Ahorro de energía

Otra ventaja de la domótica es que permite programar todos los electrodomésticos del hogar para que se enciendan o apaguen cuando sea necesario, como las luces de diferentes estancias o ajustar automáticamente los elementos del aire acondicionado, lo que permite controlar a corto y largo plazo el consumo de energía.

Impacto en el medio ambiente

El valor de poder reducir sus facturas de electricidad no es el único beneficio de poder controlar el encendido y apagado de diferentes electrodomésticos, limitar el consumo de energía es igual a tener un hogar más ecológico y reducir el impacto de nuestros estilos de vida.

Seguridad

Conectar toda la casa también facilita salir sin llamar a otra persona a cargo, ya que las cámaras pueden detectar incendios, fugas de gas o robos.

Además, gracias al interruptor remoto de luces, es posible simular presencia y evitar que los intrusos la vean como una casa solitaria.

¿Qué tipo de Internet necesito para domotizar mi casa?

Actualmente, la mayoría de los hogares ya tienen ciertos dispositivos conectados a Internet, como el ordenador,  más de un smartphone y -probablemente- una smart TV consola de videojuegos. Sin embargo, si se considera agregar otro tipo de elementos inteligentes, se deben considerar más Mbps.

La primera recomendación es realizar un test de velocidad para conocer la calidad de su internet y obtener parámetros reales de la conexión para comparar después con la velocidad que prometió por contrato tu compañía.

El requisito principal para transformar un hogar en una smart home es tener una buena conexión a Internet para mantener su funcionamiento óptimo y facilitar el desarrollo de nuevas tecnologías.

En ese sentido, se suele recomendar la tecnología de fibra óptica porque transfiere datos más rápido y cubre mayores distancias.

Además, para una buena experiencia de navegación, se deben considerar al menos 300 Mbps, pero es importante tener en cuenta que este dato varía según los dispositivos conectados a la misma red y el uso de cada dispositivo.

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